jueves, 23 de diciembre de 2010

Sinfonía No. 9 "Del nuevo mundo" de Antonin Dvorak



Pensé mucho sobre cuál sería la primera publicación del blog, y decidí que sería una gran composición sinfónica, lo que no era avanzar mucho pues recordemos que si de sinfonía se habla lo primero que uno piensa es Beethoven, después Mozart, Mahler, Tchaikovsky, etc...
¿Pero quién piensa así de fácil en Dvorak?
La respuesta con la cual me quedé fue mas o menos esta:
Si bien es cierto que los ya mencionados tienen fama y gloria a pulso de sus composiciones, existen compositores que no-se-porqué han sido olvidados, o mejor dicho, no tan bien recordados, talvez un melómano aficionado piense en Dvorak, pero la gente que no es ni aficionada ni mucho menos lo primero que pensaria es en el chan-chan-chan-chan con el que comienza la quinta de Beethoven, y lo que se me ocurrió fue que no les voy a dar a ustedes (que en su mayoría al principio serán camaradas de la universidad o de por ahí) algo tan poco preparado y que lo hemos escuchado desde niño en los dibujitos de Bugs Bunny y el pato Lucas, no es por desvalorizar a nadie, simplemente es para que comencemos con algo que talvez no conozcan.
La Sinfonía No. 9 fue elaborada a fines del siglo XIX durante la estadía del compositor checo en el nuevo mundo (o América, no vaya a ser....) y consta de 4 movimientos (lo más común en una sinfonía de la época): Adagio, Largo, Scherzo y Allegro con fuoco.
Brevemente voy a exponer mis dos movimientos favoritos.
El Adagio comienza preludiando muy suavemente y luego como si despertaras de una pesadilla la percusión te revienta los oídos, asi que no creas que tus parlantes suenan bajito, que si eso te ocurre y los ponés a reventar, muy probablemente eso mismo pasé, revienten....
El cuarto y último movimiento, Allegro con fuoco, es algo que apenas y puedo describir, cuando recién descubrí Dvorak y especifícamente este movimiento de esta sinfonía me asombré a tal punto que llegaron momentos en el que lo escuché varias veces seguidas y cada vez descubría una nueva sensación provocada por esto o aquello, el movimiento es como el nombre lo dice, Allegro, y vaya que los sentimientos removidos por sus poderosas notas son, entre otros, el de coraje, el querer despertar del aletargamiento provocado por tus horas desperdiciadas, el de alegría (no se porque lo puse de tercero...) y no se qué otras cosas más que he sentido al escuchar.
Como postdata puedo decir que el tercer movimiento me recuerda muchísimo el tercer movimiento de la Novena grandiosísima de Beethoven.
Sobre la versión que ofrezco, que más da... pero si les interesa ahi está la portada que no es solo adorno.... Vaclav Neumann con la Filármonica checa (que es para mí una interpretación de tiro junto con la de Rafael Kubelik)
Bueno, con mucho más a que hacer referencia aquí se las dejo para que ustedes mismos descubran si Dvorak tiene o no un lugar entre lo grandes sinfonistas.

2 comentarios:

Kamikaze dijo...

Gracias.

yexak dijo...

Gracias!

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